domingo, 17 de abril de 2011

Sin futuro



Las flemas de amarillo nicotina que salen de mi pecho


El silencio


Sin opciones.


La muerte que busqué, ya viene...poco a poco.


No queda nada.


Pero tú, jóvena, si podrás.


Seas de donde seas.


Yo me moriré sin amar ni una sola vez


Sin poder estar con quien me guste un poco: es tarde para mí.


Pero mi pasado, el deseo que podía ser para ti, y que todas ellas rechazaron, y que vacié en lo único que tuve, serán tus alas.


Tu combustible.


Encontrarás tus propios libros.


Tus películas.


Las compartiras con quien desees, quien elijas.


Esta es mi herencia, para tí, y sólo para ti, niña o adolescente.


Me muero, lo sé.


Morí hace tiempo.


Pero tú...


Aunque te escondas


Huye de ti, encuéntrate


Ámalas a todas: son tuyas.


Es mi herencia, para ti, pequeña desconocida.


Digan lo que te digan, no les escuches: la verdad no existe.


Palabras, pequeña desconocida.


Te encontrarás y amarás a otras mujeres: por mi y por todas las que no lo hicieron. En cada parque


En cada calle


Contra cada muro


En cada piscina


En todos los mares y océanos


En los tejados En las cloacas


En las casas derruidas


En las casas ricas


En los campos: verdes, amarillos, rojos o negros.


En el suelo frío


Encima de ella, siempre


Debajo de ella, siempre.


Pequeña desconocida, si lees esto: fornica.



A mi Padre, Manuel Rodríguez
A una señora salmantina que levanto sola su casa.

Por darme a los 22 años: juegos, trabajo, aire, campo, una cámara de fotos, zapatos, chicas, un perro, silencio, positivismo, meter la pata, paciencia, aprendizaje, casa, familia, música, ciencia-tecnológica, calor, "aprender a cazar" y dejarme elegir, correr libremente, espacio...hasta llegar a Bcn.

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